Pasar dos veranos en Glacier National Park en Montana fue una gran oportunidad para mi. Es verdad que mejoré mucho mi inglés e hice muchas amistades (y de todas partes del mundo) pero para no darte una respuesta típica te diré que lo mejor de vivir y trabajar ahí fue experimentar la libertad en todas sus facetas, mejorar la comunicación y la asertividad con personas tan diferentes, mejorar mi autoestima y confianza al explorar nuevos mundos, nutrir mi curiosidad por el adquirir nuevos conocimientos y experiencias y testear mis propios límites. Este viaje de emociones no es para todo el mundo… pero si sientes que es tu momento y deseas ampliar tus horizontes, no te lo pienses dos veces. ¿Qué es lo peor que puede pasar?