La adaptación fue muy sencilla ya que el grupo de monitores es fantástico. Tras una semana (la counselor week) llegaron los campers, y ya todos los monitores éramos una «piña», lo que ha contribuido a que las actividades y el transcurso del campamento hayan sido maravilloso. El horario es perfecto la verdad, bien estructurado y fácil para nosotros. Hay tiempo antes de desayuno, comida y cena para que todo el campamento se relacione. Esos periodos me gustan mucho, puedes ver la esencia del campamento, los niños contándose anécdotas y riéndose… Todo ha ido muy muy bien, hemos hecho bastantes excursiones, he tenido la oportunidad de ver las montañas Adirondack y algunos de los preciosos lagos que hay.