Hace un año terminé la carrera y sentí ese vacío que, supongo, todos tienen cuando no saben qué hacer después. Decidí lanzarme en esta aventura para seguir creciendo, y desde que estoy aquí no me he arrepentido ni un solo segundo. Llegué con mucho miedo, con dudas, incertidumbre…pero la ilusión de las primeras veces ha pesado más que todo lo malo, y seguirá pesando siempre. Es una forma de crecer diferente, descubres una nueva cultura, una nueva educación, una nueva vida. Pero, sobre todo, ¡te descubres a ti! Y eso
es muy guay.
Tengo una familia maravillosa; tres niños y unos padres increíbles. Tengo la suerte de tener amigas de todos lados, y de haber descubierto lugares que jamás en mi vida hubiera imaginado. Todavía me quedan siete meses por delante, y aunque no todo es color de rosa, tengo claro que volveré.
Estoy inmensamente agradecida con Travelingua, en especial con Patricia, porque sin duda está siendo la experiencia de mi vida. Si siempre has querido vivir algo así, solo puedo decirte que, ¡hay que volar para crecer! Piénsalo, pero no mucho, porque es la mejor oportunidad que te puedes dar.