Para decir la verdad, este último año en Thibodaux, cerca de New Orleans, ha sido uno de los años más bonitos y posiblemente la experiencia más enriquecedora de mi vida.Tengo la sensación, que el Travelingua-CIEE con su programa realmente se esforzó para encontrarme el sitio y la familia donde mejor encajaba, ya que tuve muchísima suerte en este tema. Sobre todo, mi Host-Mom, que, a pesar de ser una madre, era en el fondo casi como yo, y más que una Mamá se convirtió en algo como mi hermana mayor que nunca he tenido.